Los coleccionistas de cervezas se cuentan por miles en Argentina y el mundo. El Patio de la Cervecería Santa Fe recibió al Club Argentino de Coleccionistas de Cervezas, Gaseosas y Afines para compartir historia pura.
Más de 70 aficionados de todo el país, Uruguay, Paraguay y Brasil se encontraron para compartir e intercambiar reliquias de sus colecciones privadas en el patio cervecero santafesino.
La Convención de coleccionismo cervecero es una de las tantas reuniones que se realizan al año y que tienen como sede Buenos Aires o ciudades de otros países. “Nos vamos moviendo detrás de nuestro hobby. Es una pasión”, afirma Carolina García Quinteros, presidenta de C y G Club de Coleccionistas de Cervezas y Gaseosas.
En su visita a Santa Fe, quedó maravillada con el Museo de la Cervecería. “La historia de Don Otto Schneider, el liso y el cervezoducto son tradiciones que continúan hasta nuestros días. Cerveza Santa Fe una de las marcas emblemáticas de la Argentina”, destaca.
Coleccionistas de cervezas: Un hobby colectivo
El Club CyG de coleccionismo lleva ese nombre desde 2012 pero la idea de la organización empezó mucho antes, hace unos 30 años, por el impulso de Juan Carlos “Lalo” López Almendros, ya fallecido.
En la actualidad, el espacio tiene más de 200 socios de Argentina y de países vecinos como Uruguay, Paraguay y Brasil. Los objetos que coleccionan son variados: vasos, tapas, publicidad, posavasos, latas… Un sin fin de artículos vinculados a la publicidad y al producto cervecero que también incluye botellas, etiquetas y destapadores.
Carolina empezó el hobby de coleccionista a los 15 años: en un viaje a Brasil se trajo latas importadas de las marcas tradicionales del país vecino. A casi 45 años de esa experiencia, hoy su colección se nutre de botellas antiguas, posavasos (tiene más de 15 mil) y vasos importados y de ediciones especiales, como el que Cervecería Santa Fe lanzó en 2012 por su centenario.
¿Cómo surgió la pasión de coleccionista? “Mi papá no era coleccionista cervecero pero era juntador de antigüedades, coleccionaba cosas que veía en la calle. Eso se mama, se mira. A mí se me dio por el lado cervecero”, cuenta.
Cuidadores del acervo cervecero
La curiosidad fue el motor que impulsó esta afición que Carolina disfruta desde adolescente. “Yo creía que era la única que coleccionaba. Para esto, en los años 90, surgió un comercio en Buenos Aires en la tradicional Galería Jardín, en Florida al 500, que se dedicaba exclusivamente a vender latas importadas. Así empecé a conocer a todos mis amigos y armamos un club y aquí estamos”.
La tarea que lleva adelante el club de coleccionistas, que surge de un pasatiempo privado que se tornó colectivo, es muy valiosa, y Carolina así lo expresa. “Las cervecerías nos llaman para consultarnos por temas históricos, para pedirnos piezas para hacer exhibiciones, asesoramiento. Somos los curadores de muchas muestras. Somos los cuidadores de los acervos históricos de las cervecerías”.
El guardian de reliquias de Cervecería Santa Fe
Antonio Sebastián Momesso es de Santa Fe Capital. Coleccionista y referente del Paseo de Antigüedades que funciona en la Costanera, conserva verdaderas reliquias de Cervecería Santa Fe. Botellas de la década del 20 y del 30, posavasos, destapadores y carteles litografiados son parte de las piezas que guarda y exhibe en las distintas convenciones de coleccionismo a las que va.
Cerveza Santa Fe forma parte de su familia desde que sus abuelos inmigrantes llegaron desde Italia a la ciudad. “Desde chico, por mi abuelo, por mi viejo, la cerveza es una tradición”.
Hace ocho años que empezó a coleccionar objetos vinculados con la cerveza. En su visita al Patio de la Cervecería Santa Fe llevó sus objetos más preciados “para representar la tradición santafesina”.